Jesús, condenado a llevar su propia cruz, está ya tan exhausto, que los esbirros pudieron pensar que moría en el camino y cogen a Simón el cireneo que venía de los trabajos del campo y estaba mirando entre la muchedumbre para que le ayuda a llevar la cruz: "Echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron con la cruz, para que la llevase detrás de Jesús" (Lc. 23, 26)
No hay comentarios:
Publicar un comentario